Las increibles fotografías del Faro de la Jument

Ví la fotografía en un póster cuando era un chavalín en un bar de Portonovo (Pontevedra) y me impactó de una manera brutal, posiblemente es la imagen que más me ha llamado la atención de las que hay podido ver hasta ahora. A mi hermano le debió impactar tanto o más que a mí, pues varios años después anduvo buscando el póster para comprarlo. Fruto de aquella búsqueda fueron los primeros carteles que adornaban la pared del cabecero de nuestras camas, uno de una colección de faros de Philip Plisson y otro de Jean Guichard, pero no fue hasta un tiempo después que mi hermano pudo cambiar el anterior poster de Guichard por este otro también suyo del Faro de la Jument.

Cuando lo veía colgado en aquel bar, llegué a pensar que se trataba de un trucaje, pero nada más lejos de la realidad. Internet, me trajo la historia de aquella fotografía tomada del 21 de diciembre de 1989, que ganó el segundo premio del “World Press Photo” de ese mismo año, tras la afamada foto de la plaza de Tiananmen.

El faro ya de por sí es una joya, pues fue construido entre 1904 y 1911, posiblemente debido a los numerosos naufragios, uno de ellos en 1896 de un barco de vapor en el que fallecieron 250 personas. Se trata de un área muy propensa a las tempestades durante todo el año. Se alza sobre una roca perdida en el mar llamada “Jument”, a unos 300 metros de la costa de la isla de Ouessant, en la Bretaña francesa, donde también se encuentra el faro del Créac’h, uno de los más potentes del mundo. El faro de Jument levanta la nada desdeñable altura de 47 metros a base de ladrillo y hormigón.

La historia de la fotografía estuvo rodeada de un gran dramatismo, pues el susodicho día 21 de diciembre de 1989, se había levantado una espantosa tempestad que arrojaba grandes olas que azotaban la parte trasera del faro y que se habían colado por las ventanas del primer piso destrozando el televisor y otros enseres. Théodore Malgorne, el farero, estaba acostrumbrado a los temporales pero esta vez comenzaba a estar asustado.

Ante el fuerte temporal que llevaba unos días azotando la zona, Guichard decidió acercarse con un helicóptero a fotografiar el faro. Malgorne oyó el helicóptero y pensó que era un equipo de salvamento saliendo al exterior para proceder al rescate.

El farero descubrió al salir que no se trataba de la patrulla de salvamento sino del helicótero del fotógrafo, pero no advirtió que una ola titánica llagaba por detrás del faro.